¿Recuerdas cuando pensamos que en los 2000, el mundo acabaría a causa de la tecnología? 

Es innegable el aporte significativo que ha brindado la tecnología a nuestras vidas; desde mantener y/o crear lazos a larga distancia, hasta aportar y ampliar datos a nuestro conocimiento. En este sentido, la ciencia nos ofrece un camino más rápido y soluciones más exactas a problemas; pues como dicen, las matemáticas son exactas. Ahora bien, ¿Cuál es la otra cara de la moneda en todo esto? 

Aunque si es bien cierto que la maquinaria aplicada para funciones netamente laborales es relativamente nueva, es sorprendente ver el avance exponencial con el que está creciendo y se ha vuelto tan necesaria en algunos trabajos. Toda esta situación ha permitido y generado nuevos puestos de trabajo, nuevas oportunidades laborales, y por supuesto, se han creado nuevas carreras para expandir y profundizar en toda esta área. Pero, no es menos cierto que con el pasar de los años, gracias a la automatización laboral, la tasa de desempleo aumentará, siendo los primeros afectados aquellos pertenecientes a la clase obrera. Algunas otras carreras o labores, no dejarán de requerir de la mano del hombre, pero sí sufrirán algunas óptimas modificaciones en su génesis y en su ejercicio diario. Ya no se le pedirá al colaborador que se centre en lo operativo del trabajo, sino que se le pedirá apoyar en áreas complementarias, aquellas donde la máquina aún no sea capaz de acceder. 

Es preocupante la idea de que nuestro trabajo sea reemplazado por una computadora. Es que de inmediato nos viene a la cabeza todas aquellas consecuencias negativas que nos vendrían encima, pero ¿Y qué tal si en vez de preocuparnos tanto, nos ocupamos? A diferencia de las máquinas, nosotros no estamos programados para hacer solo una cosa, por el contrario, podemos hacer diversas tareas. Somos capaces de adaptarnos ante cualquier situación. Nos preparamos y evolucionamos, a diferencia de nuestro “contrincante”, que no es capaz de hacer otra función más allá de la programada. Se vuelve obsoleta y es dejada a un lado. Debemos aprender a identificar cuales son todas aquellas tareas complementarias donde nos podremos desarrollar, y debemos estar al tanto de cuáles son las nuevas carreras que se puedan estar creando, para formarnos o ayudar a otros en su formación. Hoy en día tenemos una gran herramienta que nos puede ayudar a dar el primer paso. La búsqueda de la formación del mañana, está al alcance de un click usando al propio contrincante:  internet.  ¿En qué y en donde nos podemos preparar?. 

La evolución tecnológica no puede ni debe ser una excusa para quedarnos atrás: Tal y como se dijo, no somos máquinas, no nos quedamos obsoletos: Somos humanos: Nos reinventamos cuando es necesario o mejor aún, cuando queremos. Tenemos algo que aportar y por crear. Veamos esta situación desde el lado positivo:  como una oportunidad para avanzar. 

Despreocupate, la tecnología no acabará con nosotros.