Estamos presenciando un fuerte cambio a nivel tecnológico. La automatización y el auge de la COVID-19, nos ha dejado claro que el empleo ya no es un dominio humano, abriendo así la brecha a la robotización de las funciones tradicionalmente ejercidas por empleados. El informe del Foro Económico Mundial, Estima que un 84% de las empresas ya se encuentran preparándose para digitalizar los procesos del trabajo, lo que incluye una notable expansión del trabajo a distancia.
No es de extrañar que empecemos a sentir temor a ser reemplazados por maquinas en nuestros puestos de trabajos. El Banco Mundial señala que el 67% de los empleos podrían ser automatizados. Si nos fijamos bien, cada día, en los supermercados, se implementan cajeros automáticos, generando una reducción de personal dedicada específicamente a esa función.
La automatización del empleo viene generando millones de preguntas, ¿es el fin del empleo tradicional?, ¿pueden los robots y maquinas convertir a los humanos en seres insignificantes? Te puedo responder con plena seguridad que no. No es el fin del empleo. Simplemente estamos presenciado el inicio acelerado de la destrucción de puestos de trabajos que requerían de una gran cantidad de habilidades duras(hard skills) por parte del ser humano, dándole cabida a la creación de millones de nuevos puestos laborales que demandan mas habilidades blandas (soft skills) por parte del nuevo postulante.
Ya son notables los cambios producidos a consecuencia de la optimización de las labores automatizadas, estimándose la creación de 97 millones de nuevos puestos de trabajos, todo esto, gracias al avance de la tecnología y la revolución de la misma. El informe del Foro Económico Mundial, estima que para el 2025, mas de 85 millones de puestos de trabajos se verán desplazados por la revolución tecnológica, dándole paso al valor del pensamiento analítico y creativo de los futuros postulantes. Con esto podría afirmar, que la automatización del empleo consiste principalmente en buscar que los trabajadores se enfoquen en actividades cualificadas, dejando las actividades manuales a cargo de la tecnología.
Es momento de ver a la tecnología como esa aliada que nos impulsará a llegar a los objetivos planteados y reconocer que el avance de la digitalización puede liberar a la humanidad de actividades monótonas con el objetivo principal de generar mayores niveles de eficiencia tanto en producción como en las transacciones.
¿Qué debemos hacer para adaptarnos a esta nueva realidad? La capacitación constante es fundamental para obtener nuevas habilidades que nos permitan encajar en el perfil que las empresas estarán necesitando.
Entre los puestos de trabajos con mayor demanda empezamos a encontrar:
Teniendo en cuenta que los futuros puestos de trabajo demandarán mas habilidades blandas por parte del colaborador, puedo decir, que el talento humano seguirá siendo esencial, solo que ya no será de forma tradicional. Si bien es cierto la llegada de la tecnología y robots ayudan a la rentabilidad de las empresas, el trabajo humano sigue y seguirá siendo necesario debido a que las habilidades como la inteligencia emocional, el análisis critico, la creatividad o la empatía harán la diferencia en los resultados. Se trata de cualidades socioemocionales que los robots nunca serán capaces de ejercer y que por tanto originarán las ventajas competitivas.
Ignacio Quintanilla – Director General de eskeel