el avance tecnológico y la robótica se han convertido en un tema recurrente desde hace más de una década. la conversación sobre el futuro y la evolución del empleo está más vigente que nunca.  

la humanidad, en los últimos dos años ha experimento un acelerado crecimiento de la digitalización de los procesos laborales y la automatización de actividades manuales; lo cual irá trayendo como consecuencia la pérdida de empleos.

teniendo en cuenta que la mayoría de nosotros entiende a la automatización cómo el conjunto de elementos y procesos tecnológicos que operan con mínima o nula intervención del ser humano es entendible que vivamos con el temor de ser reemplazados por robots en un futuro que pareciera no estar tan lejano. un estudio del mckinsey global institute, apuntaba que para el 2030, en tan solo 8 años, más de 400 millones de personas podrían ser desplazadas de su puesto de trabajo.

esta pérdida de millones de empleos traería consigo una problemática que ya se viene discutiendo. ¿si no hay empleos, quien pagará impuestos? sabemos qué por cada trabajador humano, el trabajador paga impuesto a la renta y la empresa se ve en la obligación de pagar tributos relacionados con la seguridad social del empleado. por otro lado, el crecimiento de la automatización podría estar generando una ruptura violenta en la sociedad a causa del desempleo a gran escala. entonces, sería prudente que todos nos empecemos a preguntar si los gobiernos deberían empezar a considerar que los robots paguen impuestos. teniendo en cuenta que por cada 20% de la automatización en una empresa, se sufre un 3,2% de bajas laborales dejando de lado la mano de obra humana. en este sentido, no parece descabellado considerar la pregunta anteriormente formulada ya que, en esta nueva era, los robots tienen una gran ventaja fiscal.  “no hay que gravar físicamente a los robots. puede haber un impuesto a la automatización”, explica ryan abbott, profesor de derecho y servicios en salud en la universidad de surray, reino unido.

            los partidarios del impuesto señalan que los ingresos adicionales pueden ser destinados ayudar a financiar programas de capacitación en nuevas habilidades con el fin de lograr que el robot y el humano pueda co-existir laboralmente. 

el crecimiento descontrolado de la automatización y la falta de iniciativa de los gobiernos en discutir el tema traerá consigo una ola de consecuencias tales cómo, crecimiento de la pobreza, mayor número de delincuencia, un alza de impuestos individuales a nivel mundial debido al desempleo, y dificultades psicológicas de impacto en la salud mental del humano que fue desplazado por una maquina.

finalmente, la automatización del empleo sin control podría generar la salida del mercado de pequeñas empresas debido a que solo las grandes compañías tendrían la ventaja de automatizar sus procesos internos con el único fin de reducir el riesgo de tener errores y garantizar un excelente servicio al cliente.

ignacio quintanilla salinas – director general